-La glándula pineal
Es hoy en día es todo un misterio. Su única función
parece ser la secreción de melatonina, interviniendo en la regulación del
ciclo circadiano, que establece un ritmo diario de secreción hormonal,
regulando metabolismo, sueño y vigilia. Por esta razón, cambios en hábitos de
ejercicio y alimentación, desajustan este ciclo circadiano, alterando
multitud de funciones.
-Los testículos
Producen testosterona. Acelera la construcción del
tejido muscular, incrementan la formación de las células rojas,
(eritrocitos), acelera la regeneración, ayudan a la recuperación del cuerpo
después de lesiones o enfermedades. Todo el metabolismo es estimulado y la
quema de grasa corporal es activada. El entrenamiento de la fuerza, estimula
la producción de esta hormona.
-Las glándulas suprarrenales
Segregan multitud de hormonas, desde el punto de la
actividad física algunas de las más significativas son:
Catecolaminas: adrenalina
y noradrenalina, encargadas de estimular el sistema nervioso, produce una
sensación de euforia disminuyendo la sensación de fatiga y rompen células
grasa para la obtención de energía.
Vasopresina Regula la presión
arterial provocando la reabsorción de agua en los riñones, lo cual es muy
necesario en deportes de resistencia para un correcto flujo sanguíneo.
Aldosterona: Favorece
la reabsorción de sodio y eliminación de potasio por la orina, retiene
líquidos en el organismo y eleva la tensión arterial.
Eritropoyetina o EPO: Estimulada
por la reducción de tensión de oxígeno en los tejidos, estimula la formación
de eritrocitos en la médula ósea mejorando la resistencia.
La tensión arterial y frecuencia cardiaca, se eleva
durante la práctica del ejercicio para proporcionar nutrientes y oxigeno.
Hormonas como la aldosterona y catecolaminas producidas en la glándula
suprarrenal, y la antidiurética liberada por la hipófisis, son las encargadas
de regular estas adaptaciones durante el ejercicio físico a través de la
reabsorción y eliminación del agua y la estimulación del sistema nervioso.
-La glándula tiroides
Produce la hormona tiroxina que activan el
metabolismo y la producción de calor.
-La glándula paratiroides
Regula los niveles de calcio en sangre favoreciendo
la absorción intestinal de calcio que junto a la práctica del ejercicio
físico, estimula la mineralización ósea.
-El páncreas regula la glucosa
El páncreas
intenta mantener estables los niveles de glucemia en sangre, cuando ingerimos
alimentos o realizamos ejercicio, los niveles se alteran, el hipotálamo lo
detecta y el páncreas actúa con sus hormonas.
Los carbohidratos de la dieta, sea asimilan
en forma de glucosa, cuando aumentan sus niveles en la sangre el páncreas
regresa insulina, favoreciendo su entrada en la célula, formando glucógeno en
los músculos y si hay un exceso, la almacena en forma de grasa.
La situación contraria se da durante el
ejercicio, el páncreas segrega glucagón, que ejerce acciones antagónicas a
las de la insulina, rompe glucógeno vertiendo glucosa en la sangre para
proporcionar energía necesaria para las contracciones musculares, riñones y
cerebro.
-Hormonas artificiales
Hoy en día es posible sintetizar hormonas de forma
artificial para el tratamiento de ciertas patologías como la insulina para el
tratamiento de la diabetes o la hormona del crecimiento. En el deporte, se
han utilizado de forma fraudulenta para la mejora del rendimiento. La
utilización de esteroides anabolizantes para aumentar la masa muscular y la
EPO para mejora del consumo de oxígeno, son algunas de las prácticas de
doping más utilizadas. Sin embargo, conllevan efectos secundarios nefastos
para la salud y desajustes del eje hipotalámico.
Sistema Inmunológico
El sistema inmunológico es el encargado
de proteger al organismo contra la agresión o presencia de agentes
patógenos y elementos tóxicos, entre los primeros se encuentran todos los
microorganismos como bacterias, virus, parásitos y hongos y entre los
segundos, todos los contaminantes ambientales y venenos.
Son
muchos los órganos y elementos corporales que forman parte del sistema
inmunológico. Entre ellos están la piel, las lágrimas, la mucosa de la nariz,
el sudor, y la cerilla de los oídos. Todos forman la llamada “barrera
primaria”
Pero
si bien estos órganos actúan como escudos, para evitar que entren sustancias
y elementos que pueden causar alguna enfermedad, los verdaderos defensores
son los glóbulos blancos, que se localizan en la sangre y que tienen la
misión de encontrar, identificar y aniquilar los microbios y elementos
nocivos que logran entrar a nuestro cuerpo.
La práctica regular de un deporte está relacionada
con una serie de fenómenos de adaptación físicos, bioquímicos y psíquicos,
cuya consecuencia es frecuentemente una mejora de la salud básica. En los
últimos años los problemas inmunológicos están cobrando cada vez más
importancia.
En el centro de la atención está ahora la influencia
de las cargas físicas sobre el sistema inmunológico, no sólo de personas
sanas que practican deportes como una actividad de ocio o incluso a nivel de
competición, sino también de personas enfermas y convalecientes.
El ejercicio físico y los deportes causan un
sistema inmunológico con un funcionamiento temporalmente mejor, lo cual es
demostrable de forma cuantitativa y cualitativa tanto a nivel celular como a
nivel humoral.
La respuesta inmune celular esta mediada por células (linfocitos T) que se unen a otras células o agentes extraños para
destruirlas, actúan directamente en el lugar de la infección, ya q combaten
"cuerpo a cuerpo", necesitan contacto directo con la célula infectada
por virus o bacterias intracelulares.
La respuesta inmune humoral está mediada por anticuerpos que atacan a
distancia, con sustancias químicas y complejos proteicos. Es humoral por que va a la sangre y no interviene la célula
directamente, si no sus productos.
Se mejora sobre todo la movilización y la
activación de los fagocitos (células
presentes en la sangre
capaces de captar microorganismos y restos celulares, en general
partículas inútiles o nocivas para el organismo, e introducirlos en su
interior con el fin de eliminarlos, en un proceso conocido como fagocitosis) y de las
células asesinas naturales ( aquellas que atacan las células del huésped que han sido infectadas por
microbios, pero no atacan directamente invadiendo los microbios. Por ejemplo,
las células NK atacan y destruyen células tumorales, y las
células infectadas por virus, mediante un proceso conocido como
"auto-desaparición").
Los
cuadros clínicos que se encuentran frecuentemente son de las vías
respiratorias altas o del tracto estómago-intestinal, y posiblemente no
tengan que ver en principio con la carga física, sino más bien con una
coincidencia de factores inmunológicamente desfavorables, que se producen con
frecuencia en el marco del deporte de alto nivel. Dentro del deporte de élite
se trata por ejemplo de falta de vitaminas, minerales y una escasa o nada
hidratación, además de la mala alimentación y insuficiente descanso-reposo
(dormir). Los viajes necesarios para acudir a competiciones y campos de
entrenamiento internacionales causan muchas veces ‘jet lag' (descompensación horaria, es un desequilibrio producido entre el reloj
interno de una persona, que marca los periodos de sueño y vigilia; y el
nuevo horario que se establece al viajar en avión a largas
distancias, a través de varias regiones
horarias.), cambios de clima y/o adaptaciones a gran altura o
a un régimen de alimentación diferente.
Desde el punto de vista inmunológico hay que añadir
además que los deportistas son confrontados frecuentemente con ‘nuevos'
antígenos, es decir, que las células de defensa entran en contacto con
gérmenes patógenos que todavía son desconocidos para las células
inmunológicas de memoria. Además, situaciones de conflictos psíquicos y problemas
también juegan un papel importante. Vemos entonces que la mayor incidencia de
infecciones puede tener varias causas. El conocimiento de estas, junto con
unos controles inmunológicos regulares, puede ser una profilaxis (prevención)
de buen funcionamiento, mediante el cual se puede evitar las enfermedades
infecciosas o acorta la duración de la enfermedad o del proceso de curación.
Mucha
gente, realice o no actividad física, es motivada por los deportistas de alto
nivel para también (empezar a) practicar un deporte. Las personas que
practican un deporte como ‘hobby', tienen muchas veces una mayor conciencia
de su cuerpo y eso puede a su vez tener una influencia positiva sobre la
forma de vida y el comportamiento diario desde el punto de vista de la salud.
El
efecto positivo de la práctica regular de algún deporte sobre el sistema
inmunológico podemos ver de forma clarísima en personas que tienen el SIDA o
cáncer. En este caso, una práctica regular de ejercicio físico causa una
estabilización tanto inmunológica como psíquica, por ejemplo permite combatir muchos de los efectos secundarios de la enfermedad causada
por el VIH y los medicamentos anti-VIH, reducir el estrés, aumentar su
sensación de bienestar y mejorar el apetito, el sueño, y el modo en el que el
cuerpo utiliza y controla el azúcar en la sangre (glucosa).
Sistema
Nervioso
El
sistema nervioso es una red de
tejidos cuya unidad básica son las neuronas. Su
función primordial es la de captar y procesar rápidamente las señales
ejerciendo control y coordinación sobre los demás órganos para lograr una
oportuna y eficaz interacción con el medio ambiente cambiante.
La práctica de actividad física tiene una serie
de beneficios sobre este sistema:
- Optimiza la
coordinación muscular y los reflejos.
- Mejora la eficiencia de las neuronas que regulan el equilibrio y
posición del cuerpo
- Reduce el tiempo de
transmisión a nivel de la sinapsis.
- Incrementa la
eficiencia de los engramas motores (movimientos involuntarios), es decir que
mejora la capacidad de reacción.
- Disminución de los niveles de ansiedad y
agresividad, pasando por la mejora del descanso y el sueño.
- Mantiene un aporte adecuado de nutrientes.
- Puede ayudar a prevenir situaciones depresivas o estresantes,
aumentando a la vez las posibilidades de ejecución. Generalmente, los
factores externos que desencadenan una situación de sobrecarga psíquica van a
seguir incidiendo, pero la persona que habitualmente realiza actividad física
está en condiciones de manejar, reconducir o enfrentarse más eficazmente al
estrés ya que la mayor vascularización de las células
nerviosas causa un aumento en la capacidad neuronal.
-
Las reacciones son más rápidas.
-
Mejora la percepción visual.
- La
salud mental es otro de los mejores efectos, en primer lugar, por la
correlación entre la psiquis y las enfermedades físicas; y en un segundo, por
un aumento de las aminas cerebrales: dopamina y serotonina. Este incremento y
sobre todo el ritmo regular de secreción de las llamadas “moléculas del
placer” trae como consecuencia mejoras en los estados de ansiedad,
angustia y depresión.
Los
neurotransmisores son bio-moléculas que transmiten información de una neurona
a otra consecutiva. La disminución de los mismos o alguno de ellos produce
alteraciones. Por ejemplo:
La disminución en la
cantidad de dopamina en el cerebro en pacientes con enfermedades como la Enfermedad de Parkinson y la Distonía,
terminan en la pérdida del control de los movimientos a cargo del sistema
nervioso.
También se
ha observado que la disminución de
serotonina y está correlacionada con algunas manifestaciones por
ansiedad, angustia o nerviosismo que suelen acompañar a
estos pacientes.
EL DEPORTE INFLUYE EN EL CEREBRO
Al
principio se pensaba que los efectos positivos del ejercicio físico se debían
fundamentalmente a que el flujo de sangre al cerebro aumenta
significativamente, con lo que las células cerebrales se encuentran mejor
oxigenadas y alimentadas y esto contribuye a que estén más sanas. Aún siendo
esto un aspecto importante, el ejercicio produce una gran variedad de efectos
sobre el cerebro, que sólo ahora estamos empezando a conocer, y que no se
pueden explicar exclusivamente por un aporte mayor de nutrientes. El
ejercicio ha demostrado ser un método excelente de protección frente a
enfermedades neurodegenerativas como:
Incluso
puede ayudar a disminuir el impacto de estas enfermedades, ya que el
ejercicio activa una serie de procesos encargados de mantener y proteger a
las células nerviosas, llamado sistemas de neuro-protección fisiológica. Si
el ejercicio protege al cerebro de las agresiones tanto internas como
externas a las que se ve sometido a lo largo de la vida, es evidente que la
vida sedentaria, muy acentuada en las sociedades modernas, es un factor de
riesgo para estas enfermedades, tan
devastadoras en la sociedad actual.
Sistema Cardiovascular
El
aparato cardiovascular es el encargado de transportar el oxígeno y las
sustancias nutritivas a través de la sangre a los diferentes tejidos, así
como, gracias a la sangre, eliminar los desechos producidos por las células.
Está
formado por:
·
El corazón, que hace de bomba impulsora de la
sangre.
·
Los vasos sanguíneos: arterias, arteriolas,
capilares, vénulas y venas por las cuales circula la sangre.
Podemos decir que el
corazón bombea la sangre, que transporta por medio de los vasos sanguíneos el
oxígeno y los nutrientes que necesita la célula para obtener energía.
La actividad física aumenta el volumen de sus
cavidades (cabe más sangre en las aurículas y ventrículos) y las paredes
(miocardio) se hacen más gruesas; gracias a esto, la masa muscular y la
contractibilidad cardíaca sufren un incremento, lo que hace que envíe sangre
con más fuerza al aparato circulatorio.
Así el corazón realiza un trabajo más cómodo.
El
deporte, a diferencia de una dieta o unos medicamentos mejora el corazón en
todos los aspectos. Los medicamentos o la dieta pueden reducir la grasa y
hacer los latidos más eficientes, pero nunca podrán mejorar en los tres
aspectos, tamaño, fuerza y eficiencia.
Otro efecto importante de la actividad física
sobre el aparato cardiovascular es el aumento de la capilarización, tanto
cardíaca -vasos encargados de irrigar al propio corazón- como de la mayoría
de los músculos, órganos y tejidos, a la vez que se mantiene la elasticidad
arterial, que es uno de los factores facilitadores de la circulación
sanguínea, tanto del transporte como del retorno.
Además se produce un aumento del número y
calidad de glóbulos rojos
y la hemoglobina (16-17 Mg/cm³). Disminuye la grasa y sustancias lipoides en
la sangre. Mejor equilibrio del pH: El pH se encarga de
neutralizar los ácidos del organismo.
Se previene la aparición de arteriosclerosis (o
disminución del calibre de los capilares) e hipercolesterolemia, con lo que
se ayudará a evitar la aparición de embolias y enfermedades coronarias.
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